Dominar la fermentación, la clave para un mejor pan

Dominar la fermentación, la clave para un mejor pan

Ya dedicamos una entrada a hablar de la Levadura y su papel en el proceso de elaboración del pan. Lo más importante que debemos comprender es que la levadura panadera se compone de organismos vivos y que durante la fermentación hacen las siguientes cosas:

  1. Consumen los carbohidratos de los azúcares y almidones convirtiéndolos en alcoholes.
  2. Generan dióxido de carbono, que se acumula en la masa generando la miga.
  3. Se reproducen. Y finalmente ….
  4. Mueren durante el horneado.

Un pan bien fermentado va a tener por una parte menos concentración de azúcares y almidones, por otra parte tendrá mejor sabor – sabor a pan – y una miga más esponjosa. Así pues, queremos que nuestra masa fermente bien.  La pregunta es :

¿Cómo conseguir una buena fermentación al hacer un pan sin gluten?

Para conseguir una buena fermentación necesitamos combinar bien 4 factores que tienen una importancia clave.

  1. Ingredientes. 

Para una buena fermentación necesitas partir de los ingredientes adecuados. No podemos esperar que una masa hecha exclusivamente con harinas proteicas, como la garbanzo o la soja, fermente con facilidad. Por eso usamos mezclas de harinas que combinan distintas propiedades. En general siempre recomendamos que vuestra mezcla de harinas tenga un mínimo de un 25% de féculas (cómo la fécula de patata o almidón de maíz -maizena- o almidón de yuca ). Si nos pasamos  con la proporción de féculas – más del 50% vamos a tener un pan – en nuestra opinión – poco nutritivo y con demasiados carbohidratos rápidos. Esos panes que al poco tiempo de comerlos vuelves a tener hambre. Por otra parte hay que usar levadura de panadero, ya sea fresca o seca. Una de las preguntas que nos hacéis habitualmente se refiere a la cantidad de levadura que hay que poner en la masa. Si tantos gramos de levadura fresca equivalen a tantos gramos de levadura seca, etc… Os voy a contar un secreto: !No importa la cantidad exacta de levadura que uses!  Lo importante es que la levadura esté activa. Y para ello tenemos que pasar al apartado de procedimientos.

2.Procedimientos

Atención a la siguiente frase: Para tener una buena fermentación no hay que poner levadura en la masa. Para tener una buena fermentación en la masa hay que hacer una pre-fermentación. Una pre-fermentación es una mezcla de agua, harinas y levadura, que dejamos fermentar y activar antes de mezclarlo en la masa. Al usar una pre-fermentación la levadura va a estar un tiempo fermentando, con lo que la levadura se va a estar reproduciendo. Por eso no es tan importante que cantidad de levadura ponemos. !Lo importante es que el pre-fermento suba! Antes de empezar a escribir esta entrada he mezclado 150 ml. de agua con unos 100 gr. de harina de arroz y unos cuantos gránulos de levadura. No los he medido ni pesado, he echado un poco por encima de la mezcla. Lo he removido bien y lo he dejado reposar. Podéis ver arriba una foto de como está ahora, una hora y media después. Está claro que ha subido, ¿no? Ahora sabemos dos cosas:

  1. Está claro que la levadura está activa.
  2. Las levaduras se han reproducido y están por todas partes en este pre-fermento. Hay mucha más levadura de la que he echado.

Puedes usar pre-fermentos de tres formas:

  1. Haz una espumada. Es la opción rápida para cuando tienes prisa. Simplemente añade un poco de azúcar a la mezcla de agua harina y levadura. Si además el agua está templada ( a unos 30 grados, no más) en 10 minutos seguramente ya verás resultados. No obstante no lo recomendamos porque, a veces tarda más y a veces el azúcar deja algo de sabor dulce en el pan. Aquí tienes información detallada sobre la espumada.
    1. Haz un poolish. Es lo que he hecho ahora, 150 ml de agua, 100 gr de alguna harina o fécula, un poco de levadura del tipo que sea. Remover bien. Y un poco de paciencia. Aquí tienes información detallada sobre el poolish.
  2. Créate una masa madre.  Haz un poolish, usa la mitad para tu pan. Añade un poco de agua y harina, guárdalo en un tupper cerrado en la nevera. Cuando vuelvas a hacer pan, saca el tupper de la nevera. Usa la mitad de la mezcla para hacer un prefermento con un poco de harina y agua. Añade un poco de harina y agua, remueve y vuelve a guardarlo en la nevera. De esta forma ahorras ya que no gastas levadura.

Cuando añadas el pre-fermento a la masa debes tener en cuenta que este contiene agua y harinas, y afecta a las proporciones de tu receta. Finalmente la masa se tiene que remover bien. No basta con amasar 5 minutos. Los panes sin gluten son panes más hidratados que los panes con harina de trigo. La masa es más una pasta que una masa y hay que usar una máquina para amasar. ya sea una panificadora o un robot de amasado. Seguramente leerás por ahí que hay que amasar a mano, bien cuando hagas pan con harina de trigo amasa a mano. Estas en la liga del pan sin gluten y se amasa a máquina, 15 minutos como mínimo, punto. Los que uséis panificadora, usadla sólo para amasar. Cuando termine el amasado, verted la masa en un molde untado en aceite para hacer la fermentación y la cocción allí.

Temperatura

La levadura necesita una temperatura adecuada para hacer su trabajo. Esta temperatura está entre los 20 y los 35 grados. Si subimos por encima de los 40 grados la levadura empieza a morir, A más frio más dormida está la levadura y la cosa no funciona. Si en casa estamos a más de 25 grados, pues no te preocupes la levadura va a funcionar a la perfección. Pero en invierno la cosa es más difícil. El truco para fermentar la masa en invierno. En invierno, cuando la temperatura de casa está por debajo de los 20 grados usamos un truco. Calentamos un poco el horno, uno minutos. Entonces apagamos el horno, metemos el molde con la masa en el horno y dejamos fermentar. 

Tiempo de fermentación 

¿Cuanto tiempo tiene que fermentar la masa? !Pues el que haga falta! En verano pueden ser 40 minutos y la masa ya ha doblado su tamaño. Según como una fermentación puede durar varias horas, entre 2 y 5. Hay quien deja la masa fermentando en la nevera durante un día entero. Lo importante es que se cumplan las siguientes condiciones:

  1. Que el pre-fermento esté activo.
  2. Que la masa se mezcle bien.
  3. Esperar a que la masa doble su volumen.  El tiempo y la temperatura son las dos variables con las que tienes que jugar para conseguir este objetivo.
¿Cómo hacer masa de pizza sin gluten sin mezclas panificables que quede finita y crujiente?

¿Cómo hacer masa de pizza sin gluten sin mezclas panificables que quede finita y crujiente?

Toda receta se puede mejorar. Y el caso de la base para pizza no es una excepción. Aunque tenemos una receta de base de pizza que sabemos que funciona y es repetible, nos planteamos mejorarla. Nuestro hijo mayor nos pidió que la pizza, uno de sus platos favoritos, tuviera una masa más delgada y más crujiente que la que solíamos hacer.

Una posibilidad es hacer la base de la pizza a partir de una masa que fermentamos una vez ya extendida. Ello causa que, aunque sólo un poco, la masa engorde y genere miga. Un poco como la pizza de Argentina, estilo que ha popularizado Pizza Hut, lo que ellos llaman «Pizza Pan». El caso es que nuestros hijos nos piden pizza fina. Así pues cambiamos el procedimiento de elaboración para obtener esa pizza fina y crujiente, más al estilo italiano. Así es como lo hemos hecho.

 

Para empezar, comentar que cuando hacemos masa para pizza no nos preocupa obtener una miga esponjosa, con lo que no hace falta incluir féculas/almidones en la mezcla de harinas para elaborar la base de pizza. Así pues optamos por una mezcla de harinas bastante protéica y con un buen componente integral. Con lo que obtenemos una masa más nutritiva que la del pan. La pizza es más sana que el pan ¿ quien lo iba a decir?

¿Cómo lo hacemos?

Lo que hacemos es amasar y hacer fermentar bien la masa cómo si fuéramos a hacer pan. El amasado puede ser manual o con ayuda de la panificadora o robot de cocina. Si usamos la panificadora o robot de cocina para amasar, la dejaremos amasando unos 10 minutos aproximadamente. Cuando acabe el proceso de amasado dejaremos la masa reposar para que fermente una hora aproximadamente. Podeís dejar la masa reposar en el mismo recipiento donde se ha amasado. Simplemente, conviene cubrir la masa con un paño.

Una vez la masa ha fermentado cortamos la masa en dos mitades. Cortaremos dos trozos de papel de horno para que quepan en la bandeja de hornear. Extenderemos bien cada una de las mitades de la masa sobre sendos papeles de horneado.

Para ello podemos optar por dos estratégias:

  1. Untamos bien en aceite el papel y mojar bien nuestras manos para trabajar la masa y extenderla sin que se nos pegue a las manos.
  2. Usar harina de arroz para espolvorear bien el papel y evitar que la masa se nos pegue a las manos.

La segunda estratégia és más parecida a la original italiana, pero nosotros solemos optar por la primera para evitar que la cocina queda perdida con tanta harina.

Una vez extendida la masa, la pintamos con tomate triturado abundante y horneamos 20 minutos a 200ºC.

Una vez horneada la masa, sacamos la masa del horno condimentamos – con queso y lo que echeis a la pizza – y horneamos hasta que esté lista la pizza.

¿Por qué horneamos la base de la pizza por separado?

El motivo por el que horneamos la masa por separado es que la masa sin gluten está más hidratada que la masa de harina de trigo. Hay que hornear bien (más tiempo que la masa de trigo) para obtener una buena cocción y que la base quede crujiente. Que aproveche.

Podéis consultar la receta completa de la pizza finita en este enlace.

 

¿Cómo mejorar la calidad de tu pan sin gluten y ahorrar a la vez?

¿Cómo mejorar la calidad de tu pan sin gluten y ahorrar a la vez?

Una de las claves de la calidad de tus panes, con o sin gluten, es una buena fermentación. Por ello en la mayoría de nuestras recetas de pan sin gluten recomendamos hacer un poolish o pre-fermento. El poolish o prefermento se utiliza para asegurarnos de que la levadura panadera está viva y por tanto funcionará al elaborar nuestro pan.

La levadura esta compuesta de seres vivos, es muy sensible al entorno y puede estropearse fácilmente. Ya sea por frío, calor o tiempo – ojo a la fecha de caducidad – quizás la levadura no está activa. Antes de introducir la levadura en la masa- sea la prensada o la seca – hay que activar la levadura. Esto puede hacerse con un “poolish”.

Una vez activada la levadura, tenemos a la levadura preparada para actuar sobre la masa de forma idónea. Esto es interesante si queremos una fermentación normal, no obstante algunas recetas requieren una fermentación más lenta por lo que la levadura se disuelve directamente en la masa.

Podéis encontrar información detallada sobre el poolish o prefermento en este enlace.

A modo de recordatorio, un poolish se puede hacer mezclando 100 ml. de agua, con 100 gr. de harina de arroz y unos 7 gr. de levadura seca. Lo dejamos fermentar un par de horas y ya lo podemos usar para hacer pan.

Usar un poolish nos permite:

  • Comprobar que la levadura está activa, ya que a veces la levadura seca se “pone mala” (es decir, se muere) y no funciona para hacer pan.
  • Pero además cuando amasamos el pan usando un poolish eso permite que la levadura, que se ha reproducido en el poolish durante la fermentación, llegue a todas las partes de la masa. Con lo que se produce una fermentación más completa.

 

El poolish se puede guardar (bien tapado en un tupper o tapado con papel film) en la nevera durante toda la noche e incluso durante varios días. Eso activa una fermentación muy lenta, dada la baja temperatura de la nevera, y completa.

Una propuesta interesante cuando se hace pan sin gluten consiste en no usar todo el poolish que hemos preparado. Podemos usar sólo la mitad. La mitad que hemos reservado la podemos guardar en la nevera para hacer futuros panes o pizzas.

Cuando tengamos que utilizar el poolish que hemos guardado en la nevara para preparar un nuevo pan, lo único que hay que hacer es añadir agua y harina al poolish en la misma cantidad que hayas retirado, remover y volver a guardar en la nevera. Esta operación la puedes repetir indefinidamente. Y no hace falta que te recordemos que vas a ahorrar un poco con cada pan, ya que la levadura te va a salir “gratis” (excepto la del primer poolish). Este poolish que guardamos en la nevera y rellenamos es una especie de “Masa Madre”.

Algunos ingredientes útiles en al despensa para elaborar pan y otras recetas sin gluten

Algunos ingredientes útiles en al despensa para elaborar pan y otras recetas sin gluten

A veces, cuando leemos una receta de pan sin gluten encontramos en la lista de ingredientes algunos que resultan desconocidos. Pues bien, en esta entrada vamos a hablar de algunos de estos ingredientes que ayudan a elaborar pan sin gluten y que no son muy habituales en las despensas de nuestras casas. Vamos a comentar para que se utilizan y donde pueden adquirirse.

Psyllium husk

El psylium procede de las semillas del plantago, una planta originaria de la zona de la India y el Paquistán. Las cáscaras del psyllium (psyllium husks) contienen una gran cantidad de fibra soluble en agua. En 100 gramos de cáscaras de psyllium hay 71 gramos de fibra soluble, mientras que en 100 gramos de salvado de trigo hay solo 5 gramos de fibra soluble.

El psyllium está siendo usado en dietas de control de peso y problemas intestinales. Mezclado con agua, zumo o infusiones el psyllium produce una fibra esponjosa que reduce el apetito, mejora la digestión y purifica el sistema. El psyllium se suele usar en las dietas bajas en carbohidratos – como la dieta Atkins o la Low carb diet de Tim Ferriss – ya que al reducir los carbohidratos se reduce la ingesta de fibra que los acompaña.  Además, el psyllium se usa para tratar problemas de estreñimiento, colon, úlceras, hemorroides y todo tipo de problemas en el sistema digestivo.

El psyllium absorbe gran cantidad de agua, esta es una de sus principales propiedades. Por ello, de la misma forma que tiene cualidades terapéuticas, puede causar problemas si se consume sin bastantes líquidos. Existe peligro al ingerir psylllium seco, ya que puede quedarse encallado en el esófago o la tráquea produciendo asfixia u otras complicaciones.

En la masa de pan, las cáscaras de psyllium – psyllium huscks – actúan de forma parecida al gluten. Y esto es lo que nos interesa. El psyllium absorbe agua y forma una estructura que (1) atrapa los gases de la fermentación y otras reacciones que ocurran en la masa  y (2) proporciona estructura esponjosa y elástica a la miga. Los panes con psyllium no quedan tan aplastados si los aprietas un poco y se comportan «más» (relativamente) como un pan de harina de trigo. Por tanto, se trata de un ingrediente básico para elaborar pan sin gluten.

Podéis comprar psyllium husk aquí.

 

Goma Xantana

La goma xantana es el aditivo más habitual que podemos encontrar en mezclas panificables comerciales y en recetas de panes y repostería sin gluten.

La goma xantana es un polisacárido  producido por la bacteria xanthomonas campestris en una fermentación de azúcares. Tiene efectos espesantes en el agua y alimentos hidratados, se usa para hacer emulsiones, espumas y eso que la cocina moderna  llama esferificaciones… y además es un potente laxante.

Hemos encontrado testimonios de personas a las que la goma xantana les causa problemas digestivos, pese a que en estudios clínicos no se ha verificado dicho efecto. La única complicación (muy) seria que puede causar la goma xantana es si se administra a bebés como espesante de la leche de continuación.

Para el interés de celíacos y sensibles al gluten  hay que destacar que la goma xantana se suele hacer a partir de la fermentación de harinas de maíz, soja y … trigo, si. Y habitualmente los proveedores de goma xantana no indican el origen. Y pese a que las bacterias se lo comen casi todo es habitual que existan trazas de gluten … como no … en la goma xantana.

En todo caso las trazas de gluten en la goma xantana de la mayoría de fabricantes, suelen estar por debajo de las 20 partes por millón por lo que puede llevar el sello “sin gluten”. Pero ya sabemos que todo suma.

El efecto de la goma xantana en la masa va ser de proporcionar elasticidad y, en parte, hacer la masa más impermeable – con lo que leva un poco más. En la segunda edición del libro hemos decidido incorporar la goma xantana en algunas recetas como opción ya que, especialente en pizzas y cocas panaderas, mejora los resultados: evita que las masas queden quebradizas.

Podéis comprar goma xantana aquí.

 

Goma guar

La goma guar es un polisacárido que está presente en la planta Cyamopsis  tetragonoloba, una planta que perenece a la familia de las leguminosas,  esta planta se cultiva en India y Pakistán. Y actualmente se usa en la industria alimentaria como una buena fuente de fibra a muchos alimentos y productos. Es soluble en agua y disuelta en agua tiene un efecto espesante.

La fibra purificada de goma guar es un polvo blanco que al mezclarse con agua genera un gel viscoso. La goma guar se usa principalmente en la industria alimentaria, en zumos (jugos), helados, salsas, como espesante. También se puede utilizar en la elaboración de recetas sin gluten como espesante.

Podéis comprar goma guar  aquí.

 

Agar agar

El agar o agar-agar es una gelatina vegetal de origen marino. Se obtiene de  varias especies de algas de los géneros Gelidium, Euchema y Gracilaria, entre otros, resultando, según la especie, de un color característico. La palabra “agar” viene del malayo agar-agar, que significa jalea. También es conocido por los nombres “gelosa”, “gelosina”, “gelatina vegetal”, “gelatina china” o “gelatina japonesa”.

Esta gelatina ha sido utilizada desde tiempos antiguos en los países de Extremo Oriente (China, Japón, Corea, etc.) y llevada a Europa hacia la mitad del siglo XIX. En la actualidad se cultiva en muchas zonas.

El agar-agar es incoloro, insípido y absorbe agua en cantidades de 200 y 300 veces su peso, formando una gelatina. Se utiliza entre otras cosas como estabilizador de algunos alimentos y comestibles y para la realización de gelatinas.

Su poder gelificante es su gran baza pues, con muy poco polvo de gelatina en una proporción de agua abundante, da lugar a una gelatina muy dura y compacta; en caliente gelifica, a diferencia de la gelatina de colas de pescado que tiene que estar completamente fría para que cuaje.

También cabe destacar que gelifica zumos de frutas exóticas (como la piña) y que la gelatina normal no puede gelificar por la acidez de estos zumos. Por otra parte también se puede utilizar en la fabricación de gominolas – como alternativa al gluten.

Al igual que la goma xantana y otros aglutinantes solubles en agua, el agar-agar no funciona bien en presencia significativa de grasas.

Si vamos a usar el agar-agar en una masa debemos primero disolverlo en agua caliente para que gelifique.

Podéis comprar agar agar aquí.

 

Kudzu o Kuzu

Es una planta trepadora perenne de la familia fabacia, nativa de Japón y del sur de China, la cual se enreda en los arbustos y árboles y puede alcanzar grandes alturas. Esta planta posee una enorme raíz, la cual puede llegar a medir más del tamaño de una persona. De la raíz del kuzu es de donde se obtienen las preparaciones medicinales que son muy utilizadas en la medicina tradicional china.

El kuzu  es un ingrediente sumamente popular en Japón, donde es precisamente conocido por su textura delicada, sobretodo por no contener gluten y por ser además muy fácil de digerir.

En la cocina se utiliza como espesante, de manera que una cucharadita de kuzu equivalente a dos cucharadas de harina de trigo o a una cucharada de harina de maíz o de maizena. Y se convierte en un ingrediente ideal para celiacos, ya que no contiene gluten. De hecho, el almidón del kuzu es de mayor calidad que el almidón de trigo, maíz, patata o boniato.

Podéis comprar kuzu aquí.

 

¿Dónde se pueden comprar?

Hasta donde nosotros sabemos, psyllium, goma xantana, goma guar, agar-agar y kudzu están a la venta en tiendas especializadas donde se venden productos ecológicos.

¿Cómo de hace pan sin gluten?: Parte 4: El horneado

¿Cómo de hace pan sin gluten?: Parte 4: El horneado

En este post continuamos explicando las técnicas básicas para elaborar un buen pan sin gluten. En esta ocasión hablaremos del proceso de horneado y de como afecta al producto final que queremos cocinar. Podéis leer las entradas anteriores aquí: Técnicas básicas 1, Técnicas básicas 2 y Técnicas básicas 3.

¿Alguna vez os habéis preguntado cómo se forma la costra crujiente que tienen algunos panes?. Pues, vamos a empezar hablando precisamente de ello. Esta costra es el resultado de la caramelización de los azúcares de la masa. Si deseamos costra crujiente en el pan necesitamos humedad en el interior del horno, mientras se cuece la masa de pan. Para ello, tenemos diferentes opciones:

  • Introducir un recipiente pequeño o mediano con agua en el horno para generar vapor mientras se hornea la masa. Hay que introducir el recipiente justo antes de entrar la masa en el horno.
  • Pulverizar el interior del horno con un poco de agua justo antes de introducir la masa para hornearla.
  • Introducir un trapo húmedo en el horno antes de hornear la masa.

Nota importante: 5 minutos antes de terminar el horneado abriremos la puerta del horno unos 5 centímetros durante 10 segundos, para que el vapor salga del horno. Cerraremos de nuevo y terminaremos de hornear.

 

¿Para que se usa la piedra refractaria?

Cuando introducimos la masa en el horno esta empieza a calentarse. Al elevarse la temperatura en la masa la levadura se activa de nuevo y se produce una última fermentación dentro del horno. Cuando la masa alcanza una temperatura de 60ºC apróximadamente la levadura de la masa muere – recordemos que la levadura panadera se trata en realidad de organismos vivos.  A partir de esta temperatura (60ºC), en que se acaba la fermentación del pan y la levadura panadera muere, empieza a formarse la miga del pan.

Pero la masa no se calienta de forma uniforme. Se va calentando progresivamente desde fuera hacia dentro, de la misma forma que cuando se enfría el interior tarda más en enfriar.

No obstante, para que el pan leve de forma idónea nos interesa que la masa se vaya calentando desde abajo en dirección ascendente. Por ello los hornos tradicionales tienen una piedra refractaria en la parte inferior. La piedra refractaria se calienta mucho y transmite el calor al pan hacia arriba.

En los hornos domésticos también podemos usar una piedra refractaria como esta. Normalmente estas piedras se venden para hacer pizzas – ya que nos interesa que la base de la pizza sea bien crujiente – pero también son útiles para hacer panes La masa de pan se puede colocar directamente encima de la piedra refractaria, que previamente habremos introducido en el horno para calentarla.

Circulación de aire en el horno, ¿Para que sirve?

Cuando nosotros programamos una temperatura en el horno, seguramente pensamos que dicha temperatura se distribuye por igual en todas las partes del horno. Pero esto no tiene porqué ser así. En general, hay partes del horno más calientes que otras. La circulación de aire en el horno tiene como función principal igualar la temperatura y humedad en todas las partes del horno. Si la temperatura del horno no se distribuye uniformemente, puede pasar que al hornear por ejemplo un bizcocho, al pincharlo para ver si está cocido, haya partes cocidas (que salen secas) y otras no (salen húmedas).

La temperatura del horno que aparece en las recetas es orientativa. Conoce tu horno.

No todos los hornos son iguales ni funcionan de la misma forma ni calientan igual. Seguramente os habrá pasado que habéis probado una receta en la que se horneaba algo a 180 grados durante 30 minutos y a vosotros o bien se os ha quemado un poco o bien se os ha quedado un poco crudo. Eso es porque los 180 ºC de un horno pueden ser equivalentes a los 200ºC de otro horno o los 160ºC de un tercer horno. Es decir, la temperatura que programamos en un horno puede es orientativa y varia de un horno a otro. Esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de hornear. Si es posible hay que hornear en un horno que conozcáis como funciona, que sepáis como cuece y el tiempo que tarda.

Por ello debéis ajustar las temperaturas y tiempos de cocción de las recetas a las características de vuestro horno.

Si no tenéis ni idea de como funciona vuestro horno, quizá sea mejor hornear pasándoos por defecto en vez de por exceso. Poco a poco iréis aprendiendo de los errores. Por ejemplo, en el caso de hornear una masa de bizcocho si el bizcocho sube mucho del centro y poco de los lados o se quema por algunas partes, esto indica que la temperatura del horno es demasiado alta.

Fuente de la imagen: www.3-2-1-pizza.eu

¿Cómo se hace Pan Sin Gluten? parte 3: Factores que influyen en el proceso de fermentación del pan

¿Cómo se hace Pan Sin Gluten? parte 3: Factores que influyen en el proceso de fermentación del pan

En este post continuamos explicando el proceso de elaboración de pan sin gluten. En el primer post dedicado a este tema explicamos por qué es compleja la elaboración de pan sin gluten y por qué no basta sustituir la harina de trigo por una harina sin gluten. Podéis leer este post aquí.

A continuación vamos a adentrarnos en el proceso de fermentación del pan sin gluten y los factores que influyen en dicho proceso, que al final van a permitirnos obtener un mejor o peor pan.

La calidad del pan depende del proceso de fermentación. La fermentación cambia la composición química de la masa, lo que afecta al sabor, aroma y textura, además de levar o hacer subir el pan. Por ello es muy importante prestar atención a los factores que influyen en la fermentación, y así poder extraer los principios que podemos aplicar para alterar nuestras recetas y procesos de elaboración en búsqueda de mejores resultados.

1- Temperatura. Debemos prestar mucha atención a la temperatura de la masa durante el proceso de fermentación, las condiciones ideales son entre 30ºC y 35ºC – aunque entre 20ºC y 30ºC la cosa también funciona. Más calor o más frío pueden retrasar o impedir la fermentación matando la levadura. De hecho la levadura muere durante el proceso del horneado, pero eso esta bien pues la levadura no sabe especialmente bien.

Las máquinas panificadoras aplican calor a la masa durante el proceso de fermentación reduciendo el proceso de la primera fermentación a poco más de una hora. En cambio algunos panaderos prefieren trabajar a temperaturas más bajas para tener tiempos más largos de fermentación, llegando en algunas recetas -como las de chapatas y foccaccias – a dejar la masa en la nevera durante 24 horas.

2- Humedad. La humedad relativa del aire no afecta demasiado al proceso de fermentado, pero si estamos en un ambiente demasiado seco la masa tiende a secarse en la superficie formando grietas o impidiendo el crecimiento de la masa. En ambientes muy secos se recomienda cubrir el recipiente de fermentación con un paño húmedo.

3. Azúcar. La levadura de panadero se alimenta de azúcares, normalmente provenientes de la acción de las enzimas sobre los almidones de las harinas. Un poco de azúcar añadido puede estimular y acelerar la fermentación, pero un exceso de azúcar en la masa puede deshidratar y matar la levadura. Quizás es por eso que se usa levadura de repostería en la repostería. Donde las masas suelen contener más azúcar que harinas.

4. Sal. La sal afecta a la levadura, en contacto directo la puede matar. En la masa retrasa el proceso de fermentación por lo que se recomienda introducirla en las últimas etapas del amasado cuando la levadura ya esta esparcida por toda la masa y ha empezado la fermentación.

5. Aceite. La presencia de aceite ralentiza el proceso de fermentación.

Y finalmente, pero no menos importante …

6. Almidones o féculas. La levadura panadera se alimenta de los azúcares provenientes del almidón, para una buena fermentación necesitamos la presencia de almidón en la masa. Una parte importante de la harina que se utiliza para hacer pan sin gluten en la masa debe ser almidón (o fécula) ya que sino la levadura no va a tener bastante alimento para hacer una buena fermentación.

Al contrario de la mal llamada «levadura de reposteria» que no es levadura, la levadura esta viva. Cuando usamos levadura en una masa es importante comprobar que se encuentra en buen estado. Por ello es siempre indicado hacer una espumada o un poolish para arrancar la fermentación y asegurarnos que la levadura está bien.